EL AGUA PERFUMADA
Una vez superada las
necesidades de limpieza de un municipio, se entra en las maneras de hacerlo de
la forma que cree menos molestias y aminorando en lo posible la mala imagen de
todo el mobiliario público necesario para la misma.
Asi estaba hasta hace unas semanas |
En España como en otras tantas
ramas de su economía en esta última época del despilfarro, se ha generado un
mercado de la limpieza desorbitado en los costes. Que no crea riqueza, muy al
contario lastra la misma, pues estas enormes cantidades de dinero público, se
podría invertir en Investigación y Desarrollo. Una industria altamente
antihigiénica muy al contrario de lo que pueda parecer.
En la Europa desarrollada y
puntera en el respeto al medio ambiente. No existen artilugios de ningún tipo
de forma fija en las calles. Se sacan los contenedores particulares o
comunitarios por las noches y una vez vaciados se devuelven a las casas, siendo
cada vecino o comunidad responsable de su limpieza. En otros casos se sacan las
bolsas de basura al igual que se hacía aquí hace años. Por la mañana pasa el
camión de riego y le pega un manguerazo a la posible zona contaminada.
Así esta ahora el mismo punto |
Aquí tenemos en las calles de forma fija los
contenedores o las urnas de soterrados, estos últimos de un coste muy importante
y un gigantesco mantenimiento si se hiciera en condiciones. En ambos casos
grandes criaderos de microbios y bacterias. Si antihigiénicos son los
contenedores de superficie, mas aun lo son los soterrados. Los primeros pueden
limpiarse perfectamente a bajo coste aunque en casi ningún caso se hace con la
frecuencia necesaria. Los soterrados son de casi imposible limpieza por estar
la base de estos por debajo de las líneas de alcantarillados, su limpieza
consistiría, para que lo entiendan, como
si de una piscina que no tuviera desagüe en el fondo se tratara, habría que
hacerla desde arriba. El costo es elevadísimo, incluso se generan gases en su fondo. De ahí que casi nunca se
limpian, lo único que se les hace es un bañito superficial de detergente y agua
perfumada para simular el punto de contaminación existente. En definitiva la
contaminación en el fondo es “bestial”.
En la anterior legislatura el
ayuntamiento diseñó unas casetillas con el fin de aminorar un poco el impacto
visual de los contenedores de superficies. Su mantenimiento consistía en una
manita de pintura al año. A pesar de ese bajo coste de mantenimiento, en esta
legislatura ha dejado de hacerse, lo que ha conllevado un gran deterioro de
estas casetillas y así poder justificar a posteriori la retirada de, ya, muchas
de ellas. Pero lo más increíble que resulta, es la imagen que ha quedado de
algunos puntos donde antes había una de esas casetilla con una imagen
mínimamente decente para dejar unos contenedores en algunos casos sin tapadera con
una horrible imagen tal como se puede ver en la foto del punto de Tomás Ybarra.
Faustino Tomares.