EL CONVENCIMIENTO DE IMPUNIDAD EN
TOMARES
Hay quien dice que el alto nivel
de respeto que se da hoy en el pueblo de Tomares, viene dado por la buena gestión
de sus gobernantes. Pero, hay también quien dice que nada tiene que ver con lo
anterior, que es el alto sentido de educación y civismo existente en la mayoría
de sus habitantes, lo que da lugar a este buen comportamiento en general. No es ese debate
el que voy a tratar, aunque si, que tiene mucho que ver.
Esta mañana, temprano, paseando a
mis perros y en la Avenida del Aljarafe he visto el destrozo provocado a un
banco de los ya escasos existentes en la citada avenida, justo delante del Gimnasio
Municipal. De las tres tablas que conforman el asiento, la de en medio, estaba
totalmente arrancada. No se la habían llevado, estaba a los pies del banco. De ahí
que es fácil deducir que la única intención para ello, ha sido hacer daño, solo
daño y molestar a los demás vecinos.
Gamberros ha habido siempre. Lo que antes no había, era el convencimiento de impunidad que hoy existente. Nuestros gobernantes, al parecer empeñados en acabar con el modelo de vida que tanto nos costado conseguir, hace tiempo que legislaron para que los menores carecieran de responsabilidad e incluso sus tutores, de los daños causados. Si a esto añadimos la falta de vigilancia, da como resultado un absoluto convencimiento de impunidad que envalentonara aún más a los gamberros.
Hasta aquí, he tratado sobre
gamberradas de niños, pero esta impunidad aquí manifestada, se da en infinidad de ocasiones
y contra las normas establecidas, y no precisamente por menores de edad. Nunca de
nuestros impuestos, nos han detraído tanto dinero para a posteriori gastarlo en Seguridad. De la misma manera, al menos desde que tengo uso de razón, nunca he
tenido un mayor sentimiento de inseguridad del que se da hoy. Pero de esto
último, ya lo tratare otro día.
Faustino.