EL EXCESO DE VELOCIDAD EN LAS CALLES
DE TOMARES
Solo el tener unos vecinos en Tomares con un alto nivel de
civismo, hace posible que no tengamos más hechos desagradables
Con motivo de la noticia de un
atropello en las calles del pueblo y al parecer, en un paso de peatones, asistí
al pleno ordinario del ayuntamiento de Tomares, celebrado el pasado fin de semana del mes de noviembre, para rogar
que se aumentara el control de la velocidad en nuestras calles. En el mismo,
exprese mas o menos, lo que a continuación aquí expongo.
En el año dos mil ocho, quizás
dos mil nueve, nuestro ayuntamiento y financiado por nuestra Diputación
Provincial, instaló unas grandes y lustrosas vallas -en las entradas más
importantes a nuestro pueblo, creo que recordar, un total de cinco- dentro de
las cuales se rotulaba a gran tamaño la señal de prohibido circular a más de 30
K/h con una leyenda acompañando a la misma, en la que se decía “En todo el término
municipal”. Con motivo de mi asistencia al pleno y para hacer el ruego
mencionado, me di antes una vuelta por el pueblo, para ver el estado de las
mismas; han desaparecido. Desconozco desde cuándo, pero creo recordar haberlas
visto, recientemente.
El pasado dos de enero, entró en vigor una
modificación del actual Código General de Tráfico, modificación que los
ayuntamientos tenían de plazo hasta mediados de mayo de este mismo año, para
ponerla en vigor en sus respectivos pueblos. Con ello, en Tomares y en la
mayoría de sus vías, está prohibido circular a más de 20 K/h,. en algunas a más
de 30 y en la Av. De La Arboleda y quizás alguna más, a 50 K/h. A pesar de ello,
los vecinos en general, no hemos observado cambio alguno en el comportamiento
de los conductores y tras la implantación de esta nueva norma.
Tengo que reconocer que los daños
que puedan sufrir la gente que se saltan las normas, me es un poco indiferente.
El problema surge cuando el saltarse las normas, conlleva daños para terceros,
para los demás ciudadanos que las respetamos. Es el caso que se da con el
exceso de velocidad aquí en Tomares. Son muchísimos los conductores que se exceden
en la velocidad permitida, con el consiguiente peligro para los peatones e
incluso otros conductores que también, pueden verse dañado por esta actitudes.
Voy a resaltar ejemplos concretos de infracción y que se dan con mucha
frecuencia.
Esa falta de respeto o a la norma
y ese exceso de velocidad hacen peligroso para el peatón incluso cuando éste,
cruza por un paso de peatones. Muchos no lo respetan y hay veces que cuando el
peatón va cruzando el citado paso, algunos conductores apuran hasta el último
momento para frenar. Con la consiguiente intimidación y susto para el peatón
que va cruzando y que en algunos casos, se ve obligado a salir corriendo.
Resulta también del todo
peligroso, los muchos vados que tenemos en el pueblo para entrar, a través de
las aceras, a garajes, ya de grandes comunidades o de servicios
públicos, como puedan ser el ambulatorio de la Seguridad Social o el gimnasio
municipal. Muchos de estos conductores entran casi sin mirar y a una velocidad
del todo imprudente. He de decir también que mucho de esto vados, tampoco están
bien señalizados, ni para el conductor al que hay que ponerle una señal de precaución,
paso de peatones, peligro etc. ni para el posible peatón que no toma
conciencia, por no estar debidamente señalizado, el que puede entrar un coche
por ese lugar y a través de la propia acera. Con lo que aumenta la peligrosidad
para este último.
Especialmente peligroso, es el exceso
de velocidad, en las calles estrechas del centro del pueblo en las que las
aceras, apenas dan para guarecer a un peatón. Aun es mas peligroso, cuando un vehículo
a excesiva velocidad gira para entrar en una de estas calles, ocupando la
totalidad de la acera en el giro y sin poder ver al posible peatón que pudiera
venir por la acera de esa calle. En otro tiempos, hoy también están
desaparecidos, estaban los denominados “quitamiedos”, unas vigas de hormigón o
de hierro que hacían imposible el acceso de los coches a las aceras en los
sitios más sensibles y de mayor peligro para el peatón y que hoy se hacen muy necesarios en muchos lugares.
Por último; Las muchas rotondas,
hace tiempo que dejaron de tener el efecto de reductor de velocidad. No solo no
se reduce la velocidad a la llegada, en general, no se cede el paso. Se da con
mucha frecuencia que coches circulando ya dentro de las rotondas a la velocidad
permitida, tienen que frenar para no chocar con otros que a mayor velocidad han
entrado con posterioridad y en sentido perpendicular al que ya circula dentro
de la misma.
La razón por la que tantos
conductores se saltan las normas, una vez más, es la casi absoluta impunidad de
la que se goza tan habitualmente en Tomares, y por saber que nada ni nadie, les
va a penalizar, en este abuso y en tantos otros de las normas en general.
Deben saber también, que la
responsabilidad del incumplimiento de las normas aquí mencionadas, son de la policía
local, o en el peor de los casos, este cuerpo, tendría que instar a la penalización del incumplimiento
de las mismas. Un cuerpo de funcionamiento jerárquico, y en el que
naturalmente, los agentes, se limitan a cumplir, las ordenes que reciben. Deben
de saber también, que este cuerpo, nos cuesta a los vecinos de Tomares, cerca
de tres millones de euros al años, lo que supone, más o menos, el quince por
ciento del total del presupuesto de nuestro ayuntamiento.
Solo el tener en Tomares una gran
mayoría de vecinos con un alto nivel de civismo, hace posible que tengamos todavía,
unos altos niveles de buena convivencia social. Continuara…
Faustino.